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Feliz domingo Insiders,
Semana de las que dejan huella.
El oro ha aguantado el tipo y la plata sigue peleando con ese muro de los 50 $,
esa frontera psicológica que separa el “nuevo ciclo” de la “historia que se repite”.
Los mercados han sido un espectáculo:
un IPC más moderado en EE. UU. ha devuelto algo de aire a los precios,
mientras la Fed prepara el terreno para recortar tipos.
Entre tanto, los futuros han vivido una volatilidad digna de parque de atracciones:
subidas y caídas tan bruscas que han sacado del juego a más de un especulador.
El dólar sigue fuerte, las bolsas en máximos,
y en medio de todo eso, el oro simplemente… aguanta.
Como siempre.
Y si bajamos del gráfico a la calle:
semana de muchísima faena en todas las tiendas.
Compras, ventas, visitas sin parar.
Eso sí, el jueves y el viernes se notó algo de respiro:
menos llamadas, menos mensajes de nuevos interesados,
aunque los clientes habituales siguen firmes, sumando metal sin mirar el ruido diario.
Algunos productos empiezan a escasear
y las refinerías vuelven a ir con retraso,
pero nada fuera del orden natural:
la corrección trajo un poco de calma,
y en este sector, la calma es un lujo temporal.
En resumen:
los traders se marean con las velas,
los compradores físicos siguen a lo suyo,
y el oro —como siempre— marca el ritmo con su propio pulso.
El mercado especula,
pero el metal físico no miente.
Nos leemos mañana,
Jesús
Andorrano Insider
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