Buenos días Insiders,
El jueves se cumplieron50 años de la muerte de Franco (sí, medio siglo ya…) y, para los que amamos el metal físico, hay una pieza que merece aparecer en este domingo: las míticas 100 pesetas de plata de 1966.
Una moneda que nunca fue solo una moneda.
Fue propaganda, ahorro, salario, plata escondida en calcetines… y hoy es inversión, coleccionismo y anécdota política todo en uno.
Vamos con la historia —que tiene tela.
Cuando España acuñaba plata en serio
En 1966, el régimen decide volver a acuñar plata de verdad:
19 gramos, ley .800, diámetro potente y un diseño que es un póster político en miniatura:
La cara de Franco con su famoso “Caudillo de España por la gracia de Dios”.
Un escudo sin águila.
Y el “100 PTAS” con orgullo de época.
Pero lo mejor viene aquí:
la estrella.
La moneda dice 1966… pero el año real está escondido en la estrella de cinco puntas, en formato 66, 67, 68, 69 o *70.
Esto era como un Easter egg franquista sin videojuegos:
tú veías “1966”, pero el precio dependía de lo que ponía en la esquina.
Hoy, una 69 o una 70 multiplica el precio de la *66 más común.
Era como un NFT del tardofranquismo: mismo dibujo, precio distinto, y solo los frikis sabían por qué.
La ironía histórica
Y aquí viene la parte deliciosa:
En plena dictadura, cuando el Estado controlaba todo,
la única cosa que escapaba a la propaganda era… el metal.
La plata de estas monedas sobrevivió mejor que el propio régimen.
El billete se devaluó.
Las leyes cambiaron.
El propio Franco desapareció.
Pero la plata sigue ahí.
50 años después, vale más que nunca por su metal, no por su política.
El tiempo tiene sentido del humor.
Historias que cuentan los viejos coleccionistas
Cosas que se decían (y se siguen diciendo) sobre las 100 pesetas:
✨ “Guárdalas, chaval, que algún día valdrán más que el sueldo de tu padre.”
✨ “No las cambies en el banco, que te darán 100 pesetas… y perderás plata.”
✨ “La estrella rara es como encontrar trufas: las hay, pero tienes que mancharte las manos buscándolas.”
✨ “Si Franco levantara la cabeza, fliparía con lo que se paga por ellas ahora.”
Y no les faltaba razón.
Es un recordatorio perfecto de por qué el metal físico no envejece ni pierde memoria.
Lo que me gusta de esta moneda
Es plata que circuló, no una pieza estéril de colección.
Cuenta un capítulo entero del país: propaganda, economía, inflación, transición.
Tiene variantes, misterio y rarezas.
Y sobre todo: es el ejemplo perfecto de que el metal vence al tiempo.
El euro morirá algún día.
La plata de 1966, si la cuidas, llegará a 2266 sin despeinarse.
Pregunta dominguera
Tú qué opinas:
👉 ¿Qué vale más para ti: la historia de la moneda o los gramos de plata?
👉 ¿Tienes alguna de estas 100 pesetas? ¿Recuerdas quién te la dio?
👉 Si te digo que dentro de 50 años seguirán siendo valiosas, qué te sorprende más: la plata… o España durando tanto tiempo sin cambiarlo todo? 😅
Respóndeme cuando quieras, ya sabes que los domingos estamos más reflexivos.
Nos leemos mañana,
Jesús – Andorrano Insider
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