Hola Insiders,
Bienvenidos a otro capítulo de nuestros Domingos de historietas. Hoy nos vamos a Camas, Sevilla, septiembre de 1958, donde un grupo de obreros estaba a lo suyo: zanjas, polvo, calor, y cero expectativas de hacer historia.
Hasta que Pedro Domínguez vio algo brillar en la tierra.
Primero pensó “chatarra”.
Luego lo cogió.
Y en cuanto notó el peso… aquello dejó de ser chatarra al instante.
Un par de pasadas con la mano y el barro cayó.
Oro. Puro. Tartésico. Y con forma.
Y no era una pieza.
Eran 22.
Collares enormes, pectorales dignos de reyes, brazaletes, placas repujadas… más de 2 kilos de oro macizo enterrados durante casi 3.000 años, mezclando técnica fenicia con iconografía tartésica.
Llegó la Guardia Civil.
Llegaron los arqueólogos.
Llegó media Sevilla.
Y todos preguntaban lo mismo:
“¿Pero esto qué es?”
Antes del hallazgo, Tartessos era un rumor con categoría de mito.
Después del Carambolo, pasó a ser la gran civilización que dormía bajo el albero.
Lo mejor es que el misterio sigue vivo:
¿Tesoro votivo?
¿Ajuar aristocrático?
¿Objetos ceremoniales de un santuario?
No hay consenso. Y eso lo hace aún más delicioso.
Ah, y la parte más española:
En Camas aún corre el rumor de que un obrero “espabilado” escondió una pieza unas horitas, a ver si sonaba la flauta.
Nunca se demostró.
Pero siempre aparece alguien que dice: “Mi tío lo sabe.”
Curiosidad extra: durante décadas lo que vimos en museos eran réplicas.
El original estuvo guardado como si fuera la Fórmula 1 del patrimonio.
Solo desde 2009 ha vuelto a mostrarse al público.
¿Valor del oro?
Bien.
¿Valor histórico?
Imposible de medir.
El oro pesa; la historia, mucho más.
Desde nuestra tienda de Sevilla siempre decimos en broma:
“Si un día entra alguien con un pectoral tartésico, prometemos no tasarlo como 24 quilates… aunque el brillo engañe.”
El Carambolo nos recuerda que el oro no solo se compra o se vende.
A veces se encuentra, se pierde, se esconde, se roba, se olvida… y vuelve cuando quiere.
Y cada domingo aquí rescatamos una historia que nos recuerda por qué este metal lleva milenios obsesionándonos.
Y ahora te pregunto a ti, Insider:
¿Eres de Camas o de Sevilla y has escuchado algún rumor “de los buenos”?
¿Por tu zona hay historias de tesoros enterrados, hallazgos raros o leyendas de oro?
Respóndeme, que estas son las historias que hacen comunidad.
Nos leemos el próximo domingo.
— Jesús
Andorrano Insider
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