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India se queda con toda la plata (y no es metáfora)

Ayer hablábamos del Diwali, el festival de la luz,
esa semana en la que la India se viste de oro.

Pero mientras medio país celebra con joyas y monedas,
hay otro metal que está viviendo su propio festival: la plata.

Los informes que recibimos la semana pasada confirman algo impresionante:
la demanda india de plata ha alcanzado niveles que no se veían desde antes de la pandemia.
Las importaciones se han disparado y las primas locales están en máximos históricos.

Traducido: los compradores indios están pagando por encima del precio internacional
solo para asegurarse que el metal llegue a tiempo.
Y no hablamos de poco.
En septiembre importaron más de 800 toneladas,
el equivalente a más del 3 % de la producción minera mundial… en un solo mes.

Eso explica por qué las bóvedas de Londres se están vaciando
y las refinerías europeas apenas dan abasto.
El metal físico se está moviendo hacia Oriente,
donde la demanda no entiende de correcciones ni de tipos de interés.

Y lo curioso es que, en teoría, precios tan altos deberían frenar la compra.
Pero en India pasa justo lo contrario:
cuando el metal sube, la gente compra más.
Porque allí, el oro y la plata no son una apuesta: son protección y tradición.

Así que mientras en Occidente analizamos gráficos,
en la India la gente actúa —compra, guarda y celebra.
Y ese flujo constante está marcando el ritmo de todo el mercado global.

💬 ¿Tú qué piensas?
¿Crees que esa “sed de metal físico” puede contagiar también a Occidente?
Respóndeme a este correo, me encantará leer tu opinión.

Nos leemos mañana,
Pep
Andorrano Insider

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