Buenos días Insiders.

Hoy traigo una de esas historias de mostrador que empiezan torcidas, siguen tensas… y acaban con final feliz.
Y de paso sirve para recordar algo que genera más líos de los que creéis: no todo el mundo sabe que una onza… no es la onza que piensan.
(Recordatorio: aquí compramos oro además de venderlo, que a veces se olvida.)

Ayer entra un señor a vender un lingote de 50 gramos.
Lo de siempre: verificación, peso, contraste, cotización del momento…
Le doy la valoración con toda la transparencia del mundo.

Y ahí llega el ceño fruncido.

Esto no cuadra.
Mis números daban más.
Algo estáis calculando mal.

Le intento explicar, pero venía con la idea fija.
Se marcha un poco molesto. Cosas que pasan en un día normal de tienda.

Al cabo de una hora, suena el teléfono fijo de la tienda.
Ese tono que ya conocemos todos… podía pasar de todo

Era él.
¿Cómo puede dar ese valor si yo lo he calculado en casa?
Google dice otra cosa.

Y ahí estaba el lío.

Él había hecho todos sus cálculos convirtiendo los 50 gramos usando la onza “normal”, la de Google: 28,35 gramos.
Pero en oro físico —y esto es ley universal— todo se calcula en onza troy: 31,1035 gramos.

Para que te quede claro a ti también:

✔ La onza troy es la unidad oficial del oro en todo el planeta.
✔ Es la que usan LBMA, COMEX, refinerías, cecas y bancos centrales.
✔ Todas las cotizaciones y tasaciones del mundo se basan en ella.

Google, en cambio, te planta primero la onza doméstica…
y esos casi 3 gramos de diferencia pueden cambiar bastante el precio de un lingote de 50 g.

Se lo explicamos con calma, sin prisas, sin tecnicismos inútiles.
Y lo entendió perfectamente.

Tan perfectamente que volvió a la tienda.
Ya más tranquilo. Más confiado.
Revisamos los números juntos…

Y en vez de vendernos solo su lingote de 50 g…

Nos vendió dos.

Moraleja Insider:
En el oro físico, los detalles importan.
Pero la confianza… importa el doble.
Y aquí nunca pasa nada por no saber algo técnico: estamos para explicarlo, no para aprovecharlo.

Todos salimos ganando: él, nosotros y tú, que ahora sabes un poquito más.

Nos leemos mañana,
Jesús
Andorrano Insider

P. D. Si un día te cansas de historias reales, metal y anécdotas de mostrador, puedes darte de baja al final del email.
Sin rencores, como siempre.

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