Buenos días Insiders,
Sí, lo sabemos nos hemos equivocado.
Ayer dijimos que la serie especial sobre el informe 2026 de la LBMA empezaba martes-miércoles…
pero las series buenas siempre se estrenan en viernes 😉.
Y arrancamos con un protagonista inesperado: el platino.
El “hermano discreto” del oro y la plata.
El que durante años pasó de puntillas por los gráficos…
y que este año ha subido más de un 80 % sin hacer ruido.
De hecho, fue un encuentro en Kioto el que nos hizo mirar al platino con otros ojos.
En una pausa del congreso, charlamos con el CEO de una refinería de Montana —un tipo que parece sacado de Yellowstone, más de rancho que de sala de juntas—
y nos soltó una frase que se nos quedó grabada:
“Make Platinum Great Again”
Y tenía razón.
Es un metal que vive entre dos mundos:
el industrial, vital en catalizadores, hidrógeno y química pesada,
y el financiero, donde empieza a redescubrirse como refugio alternativo.
Según el informe presentado en la LBMA de Japón,
el mercado del platino encadena tres años consecutivos de déficit,
y todo apunta a que 2026 será el cuarto.
Las previsiones marcan un precio medio de 1.670 $/onza,
un 34 % más que este año.
!Quieto! Que no te entre FOMO y vayas como loco a comprar platino…
Estas cifras no son una recomendación de compra o inversión,
sino proyecciones elaboradas a partir de modelos económicos y escenarios teóricos.
Sirven como referencia para entender tendencias,
no como consejo financiero ni guía de actuación.
El rally tiene explicación:
los flujos se han desplazado hacia EE. UU. (por los aranceles)
y hacia China, donde las compras defensivas no han parado.
Esa doble presión ha fragmentado el mercado global:
menos metal circulando en Londres y Zúrich,
más almacenamiento local,
menos liquidez.
El resultado: un mercado más tenso, menos predecible
y con un precio que ya refleja su escasez.
Pero —y aquí viene la parte que no sale en los informes—
estas previsiones sirven como referencia, no como profecía.
El platino, como todos los metales, cambia cuando quiere,
y los modelos suelen quedarse cortos ante la realidad.
Por ahora, el mensaje es claro:
el “olvidado” vuelve al centro del tablero.
Y lo hace con fundamentos sólidos,
una oferta ajustada y la atención, por fin, de todo el sector.
Mañana hablaremos del oro:
el termómetro del sistema financiero global
y el espejo en el que se miran todos los demás metales.
Nos leemos mañana,
Pep
Andorrano Insider
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