Buenos días Insiders,

Ayer arrancamos la serie con el metal olvidado —el platino— y hoy toca hablar del que nunca se olvida: el oro.
El rey sigue en su trono, y según el informe que se presentó en la LBMA de Japón, todavía tiene cuerda para rato.

Los modelos apuntan a un promedio de 4.560 $/onza en 2026, un 33 % más que este año, y algunos escenarios se atreven a dibujar los 5.000 $ como cifra simbólica.
Pero —y esto lo decimos siempre— prever el precio del oro es como intentar medir el viento con una regla.

El informe basa su optimismo en varios frentes:

  • Política comercial de EE. UU.: la incertidumbre sigue, y con ella la demanda de refugio.

  • Bajada de tipos de interés, que reduce el coste de oportunidad de mantener oro.

  • Inflación con altibajos: aranceles que presionan al alza antes de moderarse, empujando a la baja los tipos reales.

  • Desconfianza en el dólar y los bonos del Tesoro, con el déficit fiscal disparado.

  • Tensiones geopolíticas y un contexto de desglobalización suave que empuja a los bancos centrales a diversificar reservas.

Según los datos, las compras oficiales seguirán siendo un pilar, aunque algo por debajo de los récords de 2022–2024.
En resumen: los que mandan siguen acumulando.

🟡 Y como siempre recordamos:
Las cifras y precios objetivo no son una recomendación de compra o inversión,
sino proyecciones de modelos económicos elaboradas por consultoras y analistas.
Los informes marcan una dirección, no un destino.

Porque el oro, ya lo sabéis, es un metal que obedece pocas reglas.
A veces sube cuando debería caer, y a veces corrige cuando todos lo ven fuerte.
Pero su función no cambia: sigue siendo el termómetro de la confianza global.

Mientras los bancos centrales acumulan, los gobiernos gastan y los mercados se agitan,
el oro continúa haciendo lo que mejor sabe: ser el punto de referencia cuando todo lo demás tiembla.

Y ahora te lanzo la pregunta a ti:
💬 ¿Te atreves a hacer tu propia predicción?
¿Crees que veremos los 5.000 $/onza en 2026… o que el mercado se quedará corto?
¿Tú qué harías si el oro llega a ese nivel —comprarías más o venderías parte?

Respóndeme directamente a este correo, como siempre.
Nos encanta leer cómo pensáis y comparar la teoría con la realidad del mercado físico.

Mañana seguimos con la plata, la rebelde del grupo: la que se pelea con todos, pero nunca abandona el escenario.

Nos leemos mañana,
Jesús
Andorrano Insider

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puedes darte de baja fácilmente desde el enlace al final del email.
Sin rencores, como siempre.

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