Buenos dias Insiders,

Ayer muchos se quedaron mirando el datáfono como si fuera una piedra.
Servidores caídos, pasarelas KO, tarjetas que no pasan.
Cajeros con cartel. Apps “en mantenimiento”.
Y, otra vez, la misma sensación: cuando se apaga la luz… se apaga tu dinero.

No es ciencia ficción ni un capítulo de Black Mirror. Es fragilidad.
Tu saldo vive en un servidor; tu pago, en una red; tu “ok” depende de energía y conectividad.
Si falla una pieza, fallan todas.

Mientras tanto, hay cosas que no necesitan permiso ni enchufe:

  • Efectivo.

  • Oro.

Provocador, sí: ¿de qué te sirve ser “bancarizado” si, a la hora de la verdad, no puedes pagar una barra de pan?
Nos hemos acostumbrado a confundir conveniencia con seguridad.
La conveniencia es rápida… hasta que deja de funcionar.
La seguridad es silenciosa… hasta que la necesitas.

No voy a decirte que vendas todo y te pases a la cueva.
Solo esta idea incómoda: dividir no es paranoia; es prudencia.
Un poco en digital, un poco en efectivo, un poco en valor real.
Para cuando el “error 503” no sea un meme, sino tu comida, tu taxi o tu farmacia.

Y apúntalo, porque la memoria es corta:
llevamos DOS “apagones” en un año.
¿Cuántos necesitas para tomarte en serio un plan B?

Nos leemos mañana,
Jesús
Andorrano Insider

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